Mi viaje en un blog

La idea de este viaje comenzó en septiembre de 2018, comenzó como una utopía, una idea con la que muchos soñamos pero no sabemos si vamos a cumplir. Cuatro meses eran muchos si lo comparaba con el máximo tiempo que había estado de viaje, 15 días. Por otro lado Asia estaba muy lejos y sin duda iba a ser un choque.  Poco a poco el viaje iba tomando forma, vacunas, itinerarios, solicitud de visados. Todo iba pareciendo real. Ese sueño se iba a cumplir. Íbamos a irnos 4 meses a recorrer Asia. Ni siquiera sabíamos qué países queríamos ver, solo teníamos una idea pero nada claro, así que supusimos que durante el camino ya iríamos decidiendo. Nos íbamos a embarcar en esta aventura con un presupuesto muy ajustado, por lo que nos tocaría vivir como auténticos mochileros. Durmiendo en estaciones de tren, aeropuertos y optando siempre por las opciones más baratas. Tras haber recorrido durante estos 4 meses Asia he descubierto que la aventura no ha sido tal locura, pese a que tenga montones

Durante todo el mes que he estado en Bali me he alojado en Ubud. Para mí está ciudad, aunque llena de turistas, no ha perdido la magia de la cultura balinesa. Aquí he podido ver cómo cada mañana, cada tarde y cada noche, los comerciantes ponían sus ofrendas a los dioses y las colocaban en la puerta de sus establecimientos para echar a los malos espíritus. En Ubud también he podido ver la celebración de una cremación de un miembro de la familia real. Por suerte he podido estar en una segunda boda de una balinesa. Por todo esto Ubud sigue teniendo magia pese a la masificación turística. Para mí Ubud, al igual que para otra mucha gente, ha sido mi escuela para aprender a conducir en moto. Si bien es cierto que ya en Tailandia había conducido una vez una moto, no me había expuesto al tráfico ni los cruces caóticos de la ciudad. Por eso quiero dar algunos consejos para la gente que vaya a coger por primera vez la moto o que quiera conocer un poco cómo funcionan las normas de tráfico aqu

Malasia es el último destino que voy a visitar en este viaje de 4 meses por Asia. Aquí la verdad es que no esperaba encontrar nada especial. Había leído sobre las playas de la costa oeste de la península y tenía ganas de visitar un centro de protección de orangutanes en Borneo. Mi primera parada en Malasia fue Kuching, un lugar ciertamente extraño, era una mezcla entre modernidad y antigüedad muy extraña que no acababa de encajar. Al pasear por las calles fui descubriendo una cantidad enorme de edificios abandonados que estaban a punto de caerse, todo esto contrastaba con los rascacielos que estaban construyendo.  Seguí caminando y me topé con el barrio chino, he de decir que en todo momento pensaba que estaba en el barrio chino. Esta ha sido la seña de identidad de Malasia, chinos por todos lados. Continué mi exploración por Kuching y visite la calle de India, aunque realmente de India tenía más bien poco. Y así fui poco a poco descubriendo una ciudad que pasaría de forma indife

Hace ya un tiempo que abandoné la isla de los Dioses sin duda ha sido uno de los mejores destinos del viaje. Está isla es una maravilla, todos los viajeros deberían visitarla y perderse por sus rincones. Bali es una isla auténtica donde las tradiciones en su día a día son la seña de identidad. A todas horas podrás ver cómo los balineses ponen ofrendas a sus Dioses (Brahma, Vishnu y Shivá). A la trimurti les colocan flores, arroz, galletas y algo de bebida acompañado de incienso y un ritual cada vez que lo colocan. Estas ofrendas también las colocan en el suelo, en las aceras, en las motos... Esto lo hacen para espantar a los malos espíritus. Así que una ofrenda en lo alto es para agradecer a los Dioses pero si está en el suelo es para ahuyentar a los malos espíritus. Bali es auténtica porque la gente viste de una manera especial. Los hombres utilizan una tela que, de forma ingeniosa, se colocan en forma de falda (sarong). A mí me encantaron y me compré uno, además eran necesarios

Hoy se acaba nuestro recorrido por Indonesia y hay algo de mí que quiere quedarse a pesar de haber recorrido solo tres de sus innumerables islas.  Bali y Gili Air han sido durante este mes prácticamente mis dos hogares. He pasado la mitad del mes en una y la otra parte en otra. En cada una de las dos islas tenía mi lugar favorito para comer, mis zonas que me gustaban más, mi desayuno que repetía todos los días. Podría decir que he hecho de ambas mi ciudad. Me ha dado tiempo a conocerlas de un lado a otro, sobre todo Gili Air, que de punta a punta hay media hora caminando.  Se acaba un mes donde la hospitalidad ha estado presente en todo momento. Se acaba un mes en el que el viaje se ha tornado diferente, ya no priman tanto las ansias por verlo todo sino por conocer. Conocer cómo es el día a día de una persona de aquí, poder comer como ellos comen y hacerlo de la misma forma. Aquí estamos para probar, aprender y sobre todo disfrutar.  Durante todo un mes he aprendido que comer c

Desde que comenzó mi viaje por Asia, siempre ha habido algo que me ha llamado la atención, la sonrisa de la gente. Os explicaré el motivo de que una simple sonrisa me llame la atención.  Hace ya tiempo que quería escribir sobre este tema y qué mejor momento que hacerlo al acabar "Un mundo feliz" de Aldous Huxley. Qué diferente es este lugar en el que estoy. Aquí, en Indonesia, la gente se levanta de buen humor por las mañanas, es más, se acaban de despertar y te ofrecen la mejor de sus sonrisas. Mi pregunta a lo largo del camino era qué nos diferenciaba. La respuesta más fácil y rápida es que viven sin estrés, pero no es del todo cierto, en Bali pude encontrar atascos por todos lados y no se oía ni un solo claxon, ruidos de obras... Entonces pensé, sin duda es porque viven en un lugar de ensueño, pero pronto me empecé a dar cuenta que los balineses no van a esos sitios, apenas se bañan en la playa, los campos de arroz que tan bonita imagen dejan son su lugar de trabajo

Nuestro mes en Tailandia ya ha acabado, así que quiero compartir la experiencia de recorrer durante un mes este país. PhiPhi En Tailandia pudimos encontrar un mundo moderno y avanzado, sobre todo en su capital, Bangkok. Allí los rascacielos competían por ver cuál era el más alto y los centros comerciales por ser el más grande. Se podían ver tiendas y hoteles de lujo por cualquier calle pero, aún quedaba un rastro de lo que debió de ser Bangkok hace años. Aún se podían ver autobuses de hojalata que en cualquier momento se podrían romper. También se podían ver los tradicionales mercados tailandeses donde poder cenar o comprar productos frescos y algo de ropa. Poco es lo que ha sobrevivido al desarrollo de la ciudad. Desde mi punto de vista Tailandia tiene tres zonas bien diferenciadas, Bangkok, el sur y el norte. Rascacielos en Bangkok Autobús de hojalata en Bangkok En el sur de Tailandia se encuentran los lugares más turísticos y eso ha hecho que haya más turi