Un mes por Tailandia

Nuestro mes en Tailandia ya ha acabado, así que quiero compartir la experiencia de recorrer durante un mes este país.

PhiPhi

En Tailandia pudimos encontrar un mundo moderno y avanzado, sobre todo en su capital, Bangkok. Allí los rascacielos competían por ver cuál era el más alto y los centros comerciales por ser el más grande. Se podían ver tiendas y hoteles de lujo por cualquier calle pero, aún quedaba un rastro de lo que debió de ser Bangkok hace años. Aún se podían ver autobuses de hojalata que en cualquier momento se podrían romper. También se podían ver los tradicionales mercados tailandeses donde poder cenar o comprar productos frescos y algo de ropa. Poco es lo que ha sobrevivido al desarrollo de la ciudad.
Desde mi punto de vista Tailandia tiene tres zonas bien diferenciadas, Bangkok, el sur y el norte.


Rascacielos en Bangkok
Autobús de hojalata en Bangkok

En el sur de Tailandia se encuentran los lugares más turísticos y eso ha hecho que haya más turistas que tailandeses. Nosotros llegamos a Phuket y aquello no me gustó nada, sólo había turistas que querían beber y salir de fiesta, así que en seguida nos fuimos a las islas PhiPhi. Allí encontramos lo mismo que en Phuket, mucho turista y mucha fiesta, con la diferencia de que es un lugar precioso y por eso merece la pena ir y contemplar paisajes increíbles al rededor de la isla. 


Paisajes alrededor de PhiPhi

Atardecer en PhiPhi

Luego fuimos a Koh Lanta donde por fin logramos disfrutar de la tranquilidad, teníamos una playa prácticamente para nosotros solos. En Koh Lanta no había tantos turistas y fue todo un acierto ir, dimos varias vueltas por la isla y encontramos algún lugar bonito pero no tan espectacular como PhiPhi. 


Atardecer en Koh Lanta

Para acabar nuestro recorrido por el sur fuimos a Krabi, allí ya pudimos mezclarnos entre los tailandeses. Todas las noches al lado del hotel montaban un mercado de comida que estaba deliciosa, desde el Pad Thai hasta unos batidos de coco espectaculares. 


Night Bazar, Krabi

Desde Krabi nos fuimos al norte y empezamos por Chiang Mai, una ciudad cuyo centro urbano es un cuadrado rodeado por un río. A diferencia con el sur, en Chiang Mai había muchísimos templos budistas, era increíble, a cada paso encontrabas uno. En el norte encontramos dos problemas, estaba todo seco porque era la época seca y los paisajes no eran tan bonitos. El segundo problema era la contaminación, las calles llenas de humo en una ciudad que me esperaba verde. Aún así pudimos disfrutar de la ciudad yendo al mercado más grande que habíamos visto, allí había montones y montones de ropa, comida, recuerdos.
Uno de los miles de templos de Chiang Mai

Nuestro último destino en Tailandia fue Chiang Rai, una ciudad bastante chiquitita donde donde estábamos totalmente dentro de la cultura tailandesa. Allí pudimos disfrutar en el mercado nocturno viendo a los locales cenar mirando los bailes del escenario. También en Chiang Rai pudimos ir al mercado de los domingos, un mercado enorme donde pudimos cenar maíz, Pad Thai y tomar un batido de coco. Una de las cosas que más me impresionó es que tuvieran un mercado que solo montaban los domingos. Cortaban varias calles y montaban un mercado con música, comida y ropa que tardabas en recorrer 30 minutos. ¿Cómo era posible que montasen todo eso para un solo día? Todavía no lo entiendo pero os aseguro que era una forma estupenda de acabar el fin de semana.

Dancing in Sunday Market (Chiang Rai)

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